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Qué debe saber sobre los síntomas de la esclerosis múltiple

Anonim

La esclerosis múltiple (EM) está lejos de ser una enfermedad única para todos. Progreso de forma diferente para todos, y mientras que algunas personas experimentan solo unos pocos síntomas, otros deben hacer frente a muchos más. La frecuencia y gravedad de los brotes de MS también varían. Pero una cosa es igual para casi todas las personas con EM: mucho depende de qué tan bien se apegue a su plan de tratamiento.

Hay pasos que puede tomar para reducir el riesgo de exacerbaciones, dice Jack Burks, MD, neurólogo y el director médico de la Asociación de Esclerosis Múltiple de América. Y si tiene éxito en reducir el número de ataques, también puede alterar la progresión de la enfermedad a largo plazo, dice.

Una forma de controlar los ataques de MS es comprender los desencadenantes potenciales y tomar medidas para mantenerlos. sus síntomas bajo control.

¿Por qué los síntomas de la EM son impredecibles?

El sistema inmune y el sistema nervioso central son dos actores principales que participan en la determinación del tipo y la gravedad de los síntomas de la EM. Con la EM, su sistema inmune ataca las fibras nerviosas y la mielina, la sustancia que aísla las fibras nerviosas. Una lesión o cicatriz se forma cuando la mielina está dañada. Estas lesiones interrumpen y distorsionan los impulsos nerviosos que viajan hacia y desde el cerebro y la médula espinal, lo que a su vez desencadena los diversos síntomas asociados con la enfermedad.

"Los síntomas son diferentes según el lugar donde se dañe la mielina", dice el Dr. Burks. "Y dado que la ubicación del daño de la mielina es impredecible, los síntomas también son impredecibles". En algunos casos, las lesiones ocurren en un área del cerebro que tiene poco o ningún efecto aparente en el cuerpo, por lo que los síntomas no aparecen. El tipo de progresión de la enfermedad aún debe tratarse, dice, porque con el tiempo los ataques pueden pasar a otras áreas del cerebro, y el daño se cobra su precio en algún momento.

Cómo manejar mejor los síntomas de la EM

Muchos EM los síntomas pueden manejarse de manera efectiva con rehabilitación, medicamentos u otras estrategias de tratamiento. Por eso es importante ser proactivo. La clave es comenzar a manejar los síntomas temprano y rodearse de un equipo de profesionales que pueden ayudarlo a explorar su operación.

No dejes de hablar con tu médico cuando experimentes un nuevo síntoma o un brote de síntomas familiares, dice Burks. Es posible que no sea necesario tratar algunas recaídas de la EM, pero en muchos casos existen opciones tales como terapia física u ocupacional que su médico puede recomendar para ayudarlo a recuperarse más rápidamente, señala. Además, es una buena idea hacer un seguimiento de sus síntomas para su historial médico.

De fatiga a problemas de concentración, aquí hay soluciones para controlar algunos síntomas comunes de la EM:

Fatiga. Según la National Multiple Sclerosis Society, alrededor del 80 por ciento de las personas con EM informan tener fatiga, que a menudo es un tipo específico de fatiga relacionada con la EM llamada lasitud. Aún así, las razones por las cuales la fatiga ocurre con MS siguen siendo un misterio. La fatiga puede ser lo suficientemente grave como para interferir con la capacidad de realizar las tareas necesarias en el trabajo o en el hogar. Las estrategias para aliviar la fatiga incluyen descansar cuando sea necesario y tratar otros síntomas de MS que puedan estar afectando su sueño, como espasmos musculares o disfunción de la vejiga.

Cambios cognitivos. Alrededor de la mitad de las personas con EM experimentarán cambios cognitivos causados ​​por el impacto de la enfermedad en ciertas áreas del cerebro. Las preocupaciones comunes son problemas con la memoria, dificultad para concentrarse, fluidez verbal (encontrar la palabra correcta que desea usar), procesamiento de la información y las llamadas funciones "ejecutivas", como la planificación y la priorización. La rehabilitación cognitiva puede ayudar a compensar estos cambios.

Debilidad muscular. Para las personas con EM, la debilidad muscular generalmente afecta los músculos utilizados para caminar. Un programa de terapia física que involucre ejercicios enfocados en el estiramiento y el rango de movimiento puede ayudar al mejorar su condición general.

Problemas de equilibrio. Las lesiones de la EM en ciertas partes del cerebro pueden causar problemas de equilibrio. Además, otros síntomas de la EM como temblores, fatiga muscular y debilidad también pueden afectar su equilibrio, por lo que puede ser útil tratar estas causas subyacentes. La fisioterapia también es beneficiosa, así como el uso de dispositivos de ayuda para caminar, como bastones.

Entumecimiento Las sensaciones de entumecimiento u hormigueo en el cuerpo son bastante comunes en las personas con EM, a menudo de manera intermitente. La mayoría de los casos no requieren tratamiento, sin embargo, el entumecimiento puede llegar a ser extremo e interferir con la capacidad de usar las manos o los pies o incluso masticar con seguridad. Actualmente no hay medicamentos disponibles para tratar este síntoma de EM, pero los esteroides pueden ayudar en situaciones graves.

Espasticidad. La rigidez muscular y los espasmos pueden desencadenarse por otros síntomas de EM, como fatiga, dolor o estrés. La fisioterapia, las ortesis y los medicamentos pueden ser útiles, así como también resolver las causas subyacentes.

Disfunción de la vejiga. Alrededor del 80 por ciento de las personas con EM se ocupan de los problemas de la vejiga. El daño a las vías del sistema nervioso que involucran la vejiga y el esfínter puede provocar incontinencia, disfunción miccional (durante la cual tiene dificultad para vaciar la vejiga) o ambas cosas. Los problemas de la vejiga pueden controlarse con medicamentos, un horario de evacuación o cambios en la dieta.

Problemas de visión. La visión borrosa, la visión doble y el movimiento involuntario de los ojos son comunes durante una exacerbación de la EM. Se pueden recetar medicamentos, pero a menudo estos síntomas se resolverán por sí solos.

El dolor, la depresión y la disfunción sexual también son síntomas comunes de la EM. Los síntomas menos comunes, que pueden ocurrir en casos más avanzados de EM, incluyen problemas del habla, dificultad para tragar, dificultad para respirar, temblores y pérdida de audición. Trabajar con un terapeuta ocupacional o físico puede ayudarlo a encontrar formas de superar este tipo de síntomas.

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