¿Cómo afecta el estado de ánimo a la inmunidad? |

Anonim

Poco a poco estamos empezando a desentrañar las complejas interacciones entre la salud mental y la física. Los investigadores han encontrado una gran cantidad de evidencia de que las emociones positivas pueden mejorar el sistema inmune, mientras que las emociones negativas pueden suprimirlo. Por ejemplo, las personas pueden tardar hasta un año en recuperar un sistema inmunológico saludable después de la muerte de su cónyuge, y los cuidadores a largo plazo han suprimido el sistema inmunitario en comparación con las personas de la población general.

Estudios sobre sobrevivientes de abuso sexual y las personas con trastorno de estrés postraumático sugieren que tienen niveles elevados de hormonas del estrés, al igual que los estudiantes en el momento del examen. En estos grupos de personas y otros que experimentan problemas de soledad, enojo, trauma y relación, las infecciones duran más y las heridas tardan más en sanar. Sin embargo, divertirse con amigos y familiares parece tener el efecto opuesto en nuestro sistema inmunológico. El contacto social y la risa tienen un efecto mensurable durante varias horas. La relajación a través del masaje o escuchando música también reduce las hormonas del estrés.

Las razones de este vínculo no están claras, pero el cerebro parece tener un efecto directo sobre las hormonas del estrés como la adrenalina y el cortisol, que tienen efectos de gran alcance sobre el sistema nervioso y sistemas inmunes. En el corto plazo, nos benefician con mayor conciencia y mayor energía, pero cuando se prolongan, los efectos son menos útiles. Conducen a un cambio profundo en el sistema inmune, lo que nos hace más propensos a detectar un error.

El estrés también puede activar de forma excesiva el sistema inmunitario, lo que aumenta el riesgo de enfermedades autoinmunes como la artritis y la esclerosis múltiple. Las afecciones de la piel como la psoriasis, el eccema, la urticaria y el acné también pueden empeorar, y el estrés puede desencadenar ataques de asma.

Los mecanismos subyacentes son complejos y todavía se entienden parcialmente, pero lo que sí sabemos es que nuestras reacciones a los acontecimientos de la vida tener efectos de largo alcance en nuestra salud. Esto puede funcionar a nuestro favor: los sentimientos de relajación reducen el cortisol, junto con otras respuestas corporales beneficiosas. A su vez, estos cambios alimentan al sistema inmune, lo que hace que funcione bien. Esto sucede espontáneamente en nuestra vida diaria, pero también podemos alentarlo al elegir cuidarnos a nosotros mismos.

Información del 'Efecto Placebo'

Un vínculo mente-cuerpo también se encuentra en experimentos donde se dan personas con infecciones tratamientos placebo (inactivos), que creen que son reales. A pesar de que el tratamiento no tiene efecto medicinal, estos voluntarios informan síntomas más leves que aquellos que no recibieron tratamiento.

El vínculo también puede funcionar a la inversa una vez que hemos desarrollado una infección. Los voluntarios que reciben una infección asintomática se sienten más ansiosos y deprimidos durante las próximas horas que los voluntarios sanos. La infección también tiene un efecto perjudicial en su memoria, que dura varias horas.

También se ha descubierto que es menos probable que las personas más felices contraigan resfriados.

Dr. Sheldon Cohen, profesor de psicología en la Universidad Carnegie Mellon, Pittsburgh, sugiere en su investigación que nuestra susceptibilidad a la infección puede ser fácilmente alterada por nuestras elecciones de estilo de vida.

"No fume, haga ejercicio regularmente, coma una dieta saludable, intente reduzca el estrés en su vida y fortalezca sus relaciones interpersonales ", aconseja.

Estar deprimido o ansioso está relacionado con la posibilidad de contraer más infecciones y experimentar los síntomas con más fuerza. Por supuesto, es posible que las personas más felices tengan una tendencia a minimizar lo mal que se sienten.

Ayudándonos

Aunque nadie sabe con certeza cómo nuestros sentimientos pueden afectar el sistema inmunológico, la mayoría de los médicos están de acuerdo en que el estrés es una buena idea Muchas tensiones no se pueden evitar del todo, pero podemos minimizar nuestro estrés de "trasfondo" y nuestras reacciones ante eventos estresantes.

Esto es más fácil decirlo que hacerlo. El mundo moderno casi está configurado para producir ansiedad y frustración. Pero podemos manejar el estrés reduciendo las demandas que se nos imponen, aumentando nuestra capacidad para enfrentarnos a ellas, o ambas cosas.

El pensamiento creativo puede guiarlo hacia formas, como delegar trabajo o eliminar elementos menos importantes de sus listas de tareas, para ayudar a reducir el estrés. Luego, puede buscar formas de mejorar su capacidad de afrontamiento, como aprender una nueva habilidad útil o pasar más tiempo relajándose todos los días. Si eres propenso a la ansiedad, considera clases de meditación, yoga o tai chi.

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